¿Qué diferencia a una hybrid app de otros formatos?

Las aplicaciones híbridas son aquellas que se usan en smartphones y tablets y que están a medio camino entre diferentes tipos de aplicaciones, es decir, que reúnen características tanto de las aplicaciones nativas como de las aplicaciones web (si quieres conocer las diferencias entre estos dos formatos, visita el siguiente artículo. Esto se hace todavía más perceptible en la independencia de plataforma frente al sistema operativo móvil de una app híbrida, así como en la sencillez y asequibilidad de su desarrollo. Sin embargo, no todo son ventajas.

¿Qué es una hybrid app?

Para la mayoría de usuarios, las aplicaciones híbridas son prácticamente iguales que las aplicaciones nativas. Tanto un formato como el otro pueden descargarse normalmente desde una app store, instalarse y finalmente iniciarse desde un dispositivo móvil. En lo que respecta a su oferta, no hay muchas diferencias entre las aplicaciones nativas y las apps híbridas. Dicha oferta es muy variada e incluye programas de menor y mayor envergadura para multitud de objetivos.

Sin embargo, en su instalación es donde empiezan a verse las primeras discordancias entre ellas. En el caso de una hybrid app no se instala el programa completo, sino que únicamente se establece un marco nativo. Cuando el usuario abre una aplicación híbrida, esta se inicia a través de una superficie similar a la de un navegador web, casi como ocurre con una web app.

Las aplicaciones web utilizan un navegador web convencional, mientras que las aplicaciones híbridas se reproducen con el llamado WebView. Este componente sirve para ejecutar y representar contenidos web en el seno de la aplicación, pero sin incluir la barra de direcciones y otros elementos típicos del navegador. De esta manera, la presentación del contenido online en una hybrid app tiene el mismo efecto que la interfaz de usuario de una aplicación nativa convencional.

Junto a los componentes del WebView, los fundamentos técnicos de una app híbrida están incluyen los lenguajes JavaScript, CSS y HTML o, más habitualmente, HTML5, otra de las particularidades en común con las aplicaciones web. No hay que olvidar que una aplicación híbrida es una web app incluida en una aplicación nativa. Por ello, las aplicaciones híbridas se sirven de muchos de los puntos fuertes de ambos formatos de aplicaciones.

Ventajas de las aplicaciones híbridas

Es posible que la mayor ventaja de una hybrid app sea su nivel de independencia de plataforma: al contrario que las aplicaciones nativas, que tienen que programarse para cada sistema operativo, las apps híbridas se desarrollan una única vez. Además, tanto su instalación como su uso son compatibles con casi todos los sistemas operativos (Android, iOS y Windows Phone), lo que garantiza un gran alcance que repercute de manera positiva en el número de usuarios potenciales.

Con ello, los desarrolladores ahorran dinero y trabajo en lo referente a la creación de aplicaciones móviles, lo que supone un beneficio para empresas pequeñas que no cuentan con las capacidades suficientes para desarrollar diferentes versiones de una app nativa. Un framework adecuado facilita la programación de las aplicaciones híbridas y, en la mayoría de los casos, no conlleva ningún coste.  Entre los más populares se encuentran Ionic, Onsen UI, Intel XDK, React Native y Famous.

En comparación con muchas aplicaciones web, las hybrid apps no requieren una conexión a Internet para su ejecución, ya que no dependen del uso de un servidor, sino que funcionan offline de manera independiente. Sin embargo, en el caso de las descargas y de las actualizaciones, sí es necesario que los usuarios estén conectados a la red. Otro aspecto esencial frente a las web apps es que una aplicación híbrida puede acceder a un número mayor de funciones nativas en los dispositivos, como cámara, micrófono, sistema de archivos, notificaciones por correo electrónico, GPS o sensores de movimiento y localización.

Inconvenientes de las aplicaciones híbridas

En lo relativo al rendimiento, las apps híbridas no pueden competir con las apps nativas, que soportan menos hardware que sus equivalentes híbridos. En el caso de las aplicaciones de renderización intensiva, esto provoca complicaciones. La existencia de una potencia insuficiente no solo acarrea consecuencias negativas para la velocidad de la aplicación y para la fluidez en la reproducción de animaciones, sino también para otros aspectos como el tiempo de reacción, la precisión de la pantalla táctil (por ejemplo, al deslizarse por ella o al utilizar drag and drop) y el control gestual (por ejemplo, al rotar y girar el dispositivo móvil), factores que reducen la facilidad de manejo de la aplicación.

Con respecto a las funciones nativas del dispositivo, tales como GPS, cámara, etc., las aplicaciones híbridas van algo rezagadas en comparación con las nativas. Aunque las hybrid apps pueden acceder a gran parte de las funciones ya existentes, se plantean diferencias entre los diversos dispositivos.

La instalación de una aplicación híbrida es muy similar a la de una nativa, pero en este sentido no puede competir con una aplicación web, ya que este formato está disponible a través de un navegador. Otros aspectos negativos de las apps híbridas en comparación con las web apps es que plantean más esfuerzos en lo relativo a su programación y su creación, pues no siempre se adecúan al sistema operativo correspondiente. Por otra parte, también faltan las herramientas necesarias para el desarrollo y depuración en las plataformas.

El espectro de posibilidades de las hybrid apps sigue aumentando

Es probable que las aplicaciones híbridas convencionales tengan ciertos puntos débiles que otros formatos no tienen, como un rendimiento y una usabilidad inferiores (en comparación con sus homólogas nativas) y, al contrario que las aplicaciones web, que no puedan llevar a cabo actualizaciones de manera automática. Sin embargo, las apps híbridas también ofrecen muchas ventajas, sobre todo porque no dependen de ninguna plataforma y por su relación calidad-precio, y han sido capaces de recuperar parte de su retraso. Su desarrollo no está, ni mucho menos, finalizado. Gracias a los frameworks modernos, las hybrid apps pueden programarse con mayor facilidad, ganando, así, en popularidad. 

La decisión acerca de si es mejor una hybrid app, una aplicación nativa o una aplicación web depende de los contenidos que ofrezcas y de tus objetivos. En ocasiones, un contenido móvil no necesita obligatoriamente una aplicación, sino que es mejor alojarla en una página web clásica que pueda ser optimizada para dispositivos móviles. Para saber por cuál decantarse, visita la siguiente guía.