El error 401: qué significa y cómo remediarlo

Por muy interesante que sea navegar por Internet, eso no excluye que a veces aparezcan mensajes de error que pueden llegar a irritar por partida doble, no solo porque no se puede abrir la página, sino también porque se desconoce el significado del código de estado. En el caso del error 401 unauthorized, no cabe la más mínima duda: no estás autorizado a abrir la página solicitada, aunque el problema suele encontrarse y solucionarse rápidamente. Descubre qué desencadena la aparición de este código de estado HTTP y cómo puedes resolverlo.

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¿Qué es el error 401?

Para poder visitar una página web se debe establecer la comunicación entre el cliente (un navegador) y el servidor web. Uno y otro se “hablan” con códigos de estado de HTTP, el protocolo que establece los fundamentos de Internet. Una gran parte de estas notificaciones permanecen invisibles para el internauta pues, si todo funciona bien, no hay motivo para que aparezcan.

Los códigos de estado HTTP se clasifican en varios grupos. Los tres primeros comprenden todos aquellos códigos que el navegador normalmente no muestra: los códigos del grupo 1XX (100-103) describen respuestas informativas de peticiones en funcionamiento; los códigos del 200 al 226 informan de que la petición del navegador se ha llevado a cabo con éxito, y el grupo 3XX (300-308) notifica desvíos.

Por el contrario, los mensajes que el internauta sí visualiza de vez en cuando son los de error: todos los códigos del grupo 5XX (500-512) describen errores del lado del servidor; mientras que los errores 400-499 se refieren a problemas en el lado cliente. Inscrito en este último grupo, el error 401 también implica al cliente, término que en este contexto puede tener diversos significados pero que aquí hace referencia únicamente a la instancia que entra en contacto con el servidor. Esta entidad puede ser el navegador, pero también el router o incluso el proveedor de Internet que suministra la conexión. En muchos casos, no obstante, es el internauta mismo el causante del problema.

En lugar del mencionado mensaje 401 unauthorized, también puede recibirse el similar 401 Authorization Required, pero ambos significan en lo fundamental que el usuario no tiene permiso para abrir la página solicitada sin antes iniciar sesión con los datos correspondientes. En caso de que el servidor web se ejecute con IIS de Microsoft, a menudo se muestran mensajes más específicos:

  • 401.1: error de inicio de sesión
  • 401.2: error de inicio de sesión debido a la configuración del servidor.
  • 401.3: autorización fallida debido a ACL (el contenido solicitado ha sido rechazado por una Access Control List).
  • 401.4: error de autorización de filtro.
  • 401.5: error de autorización de la aplicación ISAPI o CGI.

En el mejor de los casos, accedes a una página de error expresamente diseñada que describe los pasos a seguir a continuación.

¿Qué hacer ante un error 401?

La mayor parte de las veces, remediar un error 401 es sencillo, pues suele proceder de páginas web que contienen una sección privada solo accesible con autorización. En estos casos basta con introducir los datos de inicio de sesión donde corresponda o, si aún no dispones de una cuenta, con crearla y registrarte como usuario. Los hiperenlaces suelen estar en la página de inicio o en el encabezado. En resumen: la página de error se muestra siempre que el usuario intente saltarse este paso previo, lo que ocurre cuando se introduce el enlace a la página que está bloqueada manualmente en el navegador.

Esto significa que cuando sigues un enlace externo, también podría darse un error 401 de autorización. Si la página a la que se dirige el enlace se encuentra en una sección protegida por contraseña, el navegador no va a tardar en mostrar el error. En este caso lo mejor es dirigirse a la página de inicio o acceder al nivel inmediatamente superior en la estructura de carpetas de la página. Utilizando el ejemplo ejemplo.com/carpeta1/carpeta2/carpeta3, puedes escribir ejemplo.com/carpeta1/carpeta2 en el navegador y ver si puedes acceder a este apartado.

De todas formas, si el error ha aparecido tras introducir el nombre en la barra de búsqueda del navegador, no está de más revisar lo que se ha escrito, porque podría ser que un simple error tipográfico hubiera llevado al usuario a una sección protegida.

401 unauthorized también puede aparecer al intentar iniciar sesión, porque muchas páginas también lo emiten si se introducen datos erróneos y siempre cabe la posibilidad de haberse equivocado de contraseña o de nombre de usuario o tecleado mal la dirección de correo. Prueba a retroceder y a introducir los datos de nuevo, esta vez correctamente. Con todo, errar es humano y también olvidar. Cuando se olvidan los datos de inicio de sesión conviene contactar al webmaster, que puede enviar al usuario su nombre de sesión o restablecer la contraseña. Muchas páginas cuentan incluso con aplicaciones que automatizan este proceso, enviando al correo del usuario un enlace para crear una contraseña nueva.

Consejo

Si sueles tener problemas para recordar todas tus contraseñas, quizá debas considerar un administrador de contraseñas con el que tener siempre a mano incluso las contraseñas más complejas.

Con todo, en muchos casos el error 401 unauthorized también aparece tras introducir los datos correctos en el formulario de ingreso. En este caso, todo apunta a un error en el servidor que el sistema ha interpretado como 401, un fallo de interpretación que también se da con otros códigos de estado HTTP. En estas situaciones, hay dos soluciones que tradicionalmente han funcionado:

  1. Esperar y actualizar la página: en muchos casos, la solución más simple es la más efectiva. A los administradores de sitios web lo que más les preocupa es que la página esté disponible siempre, por ello, en muchos casos, solo hay que esperar hasta que solucionen el problema interno. Ármate de paciencia y actualiza la página más tarde, aunque borra primero la caché y las cookies para asegurarte de que el navegador no carga la página errónea de la memoria temporal.
     
  2. Contactar al webmaster: podría ocurrir que todavía nadie haya encontrado el error, quizá porque solo aparece en tu pantalla. Contacta con el administrador del sitio, cuyos datos de contacto deben figurar en la web, entre otras cosas porque, incluso aunque el error tenga origen en tu sistema, quizá podría ayudarte igualmente a resolverlo. Para ello has de proporcionarle tantos datos sobre el sistema como sea posible con el fin de encontrar una solución cuanto antes.

Si en el pasado ya visitaste la página que ahora no puedes abrir, lo que indica que no estaba bloqueada por una contraseña, aún es posible dar un rodeo para acceder al contenido de la web. Google crea una copia temporal para cada página web: escribe en la barra de búsqueda cache:http://ejemplo.com/ –substituyendo ejemplo.com por el URL de la página que quieres visitar, que también puede ser una subpágina. En la parte superior de la pantalla Google se informa de la fecha en que se guardó la copia que, al tratarse de una versión anterior, no contiene información actual. Si aún quieres retroceder más en el tiempo, puedes recurrir al archivo de la Wayback Machine, donde pueden encontrarse incluso versiones de hace una década.

Diferencias entre los errores 401 y 403

Ambos códigos de estado tienen causantes similares, pero mientras 401 unauthorized echa en falta un permiso, el código 403 forbidden añade el “prohibido” a la definición del bloqueo. Como hemos visto, en el caso del primero, el sistema nos informa de que tenemos que iniciar sesión para poder acceder al sitio, lo que significa que existe un nivel superior para iniciar sesión. Pero esto no se da en el segundo caso. El error 403 se desencadena cuando el webmaster prohíbe el acceso a una sección sin ofrecer opciones de registro para poder hacerlo porque, sencillamente, estas páginas o directorios solo son de uso interno y no deben estar disponibles para usuarios externos.